Fotoshock: ‘Velerón’

Escrito por Laura Soto (APC). 4 de febrero de 2021, jueves
El velero más grande del mundo, megayate Sailing Yacht A, ha vuelto al puerto de Cartagena, esta vez para someterse a tareas de reparación en Navantia, donde permanecerá durante unos meses y que podrá ser visto de cerca por los curiosos. Tiene 143 metros de eslora y cuenta con un helipuerto, tres piscinas, cristales antibalas, acceso a los camarotes con la huella dactilar…


Con bandera de Bermudas, es uno de los veleros más grandes del mundo y tiene casi 143 metros de eslora, 25 metros de manga y una quilla de ocho metros de largo. Su construcción comenzó en 2013 en el astillero alemán Nobiskrug, proyectado por Philippe Starck, y fue uno de los grandes desafíos de la arquitectura naval, además de uno de los caprichos más caros de la historia. Su precio ronda los 400 millones de euros.

Se trata de un proyecto llevado a cabo por una alianza de grandes especialistas: el diseño de las velas, del aparejo y la ingeniería proceden del estudio holandés Dykstra Naval; la inglesa Magma Structures se encargó de los mástiles; la empresa de Valencia Futures Fibres, de las botavaras y la estadounidense Doyle Sails fabricó las velas.

Este barco, propiedad del millonario ruso Andrey Melnichenko, es único por sus características como visión submarina, sistema de propulsión diésel-eléctrica y sistemas de navegación de última generación. Los tres mástiles son la estructura composite autónoma de mayor altura instalada nunca. El mástil principal se alza 100 m sobre la línea de flotación. Cuando no navegue a vela la propulsión corre a cargo de dos motores MTU diésel de 3.600 kW y otros tantos eléctricos de 4.300.  

En la superficie, hay un helipuerto y tres piscinas, una de ellas con el fondo de cristal. En su interior, ocho plantas, visión subacuática, seis suites y una discoteca son algunas de sus instalaciones. Cuenta con cristales antibalas de 44 milímetros de espesor, más de 40 cámaras del circuito cerrado de televisión, sensores de movimiento, acceso a los camarotes a través de la huella dactilar.
* Texto remitido en el que se respeta íntegramente contenido, redacción y ortografía, salvo en el titular y en la entradilla del artículo
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