Fallece el fotógrafo cartagenero Pedro Valeros

Escrito por 21DEhoy agenCYA. 29 de enero de 2019, martes

El mundo de la información gráfica local está de luto con el fallecimiento esta pasada madrugada de Pedro Valeros Blázquez a la edad de 57 años como consecuencia de una grave enfermedad que ha compaginado con su actividad profesional en los últimos meses como colaborador de los diarios del grupo 21DEhoy agenCYA, como fotógrafo corresponsal de El País y con trabajos para agencias nacionales. Su cuerpo se encuentra en la sala 2 del tanatorio Estavesa.  


Pedro Valeros Blázquez nació el 6 de mayo de 1961, siendo el primer hijo del matrimonio integrado por Pedro Clara, convirtiéndose en el mayor de cinco hermanos que se criaron en la céntrica calle del Aire de Cartagena, donde residió hasta que años después marchó a una vivienda del paseo de Alfonso XIII y a la barriada de Sauces.

Su afición hacia la fotografía le surgió a una edad muy temprana. Valga como ejemplo que con dieciséis años de edad había convertido en un laboratorio de revelado de fotos un trastero de la planta superior de su domicilio, siendo una constante en su trayectoria invertir en equipos, lentes y otros objetos del sector en pos de buscar la calidad de sus trabajos.

En 1988 se incorporó al primer equipo de trabajo que tuvo La Opinión en Cartagena, cubriendo el área gráfica junto al recordado Carlos Gallego. Su actividad profesional también le ha llevado a trabajar en periódicos de otras provincias, como Albacete y Logroño. En el año 2000 marchó a tierras andaluzas para trabajar en el diario La Opinión de Granada, que entonces se estrenaba y que se cerró en el año 2009. Pedro Valeros también ha sido corresponsal del diario El País (pinchar aquí) y ha efectuado trabajos para agencias y empresas nacionales, siendo su último trabajo en este área el reportaje gráfico del artículo sobre la emblemático café cartagenero de El Asiático que fue publicado en la Guía Repsol (pinchar aquí) el pasado mes de octubre.

Hace más de cuatro años inició una colaboración con los periódicos digitales y revistas de papel (El Puente y Tele Pinacho) del grupo 21DEhoy agenCYA, al que pertenece este diario, al que ha aportado su especial visión de numerosos acontecimientos (casi todos los más relevantes han pasado por su objetivo) y en el que su contacto regular con los vecinos le fue granjeado el cariño de muchas personas, como le transmitieron en diversas ocasiones, siendo el último ejemplo la ovación que se le dedicó en la parroquia de San Leandro de la barriada Virgen de la Caridad por parte de los asistentes cuando acudió a captar imágenes del concierto ofrecido por la orquesta de pulso y púa ‘Ciudad de Cartagena’ pocos días antes de la pasada Navidad.

También ha sido popular su imagen entre muchos residentes del casco antiguo de la ciudad y alrededores como ‘el fotógrafo de la vespa’ (aunque la motocicleta que siempre llevaba era de marca Aprilia), siempre aderezado por el casco amarillo y el macuto con el equipo de fotografía, que se llegó a convertir en parte estable de su fisonomía.

Siempre rehuyó la fotografía de pose, aunque captara una rueda de prensa, buscando siempre la naturalidad y expresividad en los protagonistas de sus imágenes. También ha brillado en los reportajes de grandes acontecimientos, como los desfiles pasionarios de Semana Santa, la batalla de Carthagineses y Romanos, el Carnaval, las manifestaciones, llegadas de pateras, juicios, actuaciones policiales, el teatro, conciertos, galas, modernistas, fiestas, etc. (pinchar aquí como muestra), pero especialmente tenía una predilección por los festivales de música, como ‘La Mar de Músicas’, ‘El Cante de las Minas’ o ‘El Festival de Jazz’, siendo amante de esta modalidad, al igual que de la música clásica y del flamenco. Era capaz de estar horas centrado en uno de estos artistas buscando cualquier detalle de expresibidad en la actuación. De su trayectoria también cabe destacar la aventura fotográfica que experimento hace años en Polonia y un libro que editó con fotografías taurinas.

Fue durante la celebración de la última edición del Festival del Cante de las Minas, en agosto en La Unión, cuando le comunicaron que padecía un cáncer. A pesar del tratamiento por la grave enfermedad, su valor le llevó a no dejar de trabajar, pues le daba fuerzas seguir en activo frente a la debilidad que sufría por el fuerte tratamiento. Sin embargo, este mes, expirando las fechas navideñas se agravó su situación.

Sus hermanas Ana, Clara, Vicky y Belén, junto a los sobrinos (Juan A., Clara, Chus, Myriam y Paula), cuñados y demás familia agradecen las muestras de afecto que están recibiendo tras la dolorosa noticia y el acompañamiento en el tanatorio, donde mañana, a las 9.30 horas, será incinerado.

Pedro, sentado en tercer lugar por la izquierda del lector, durante la comida navideña de nuestro grupo

Las personas que hemos trabajados con Pedro Valeros estos últimos tiempos también queremos dar las gracias a las condolencias que se han recibido por la vía de nuestros diarios y hacer pública la amistad y cariño que hemos disfrutado de una persona que nos deja en el terreno físico pero que seguirá ‘inmortal’ en nuestros pensamientos.

 



 

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