El 'boom' de las placas solares llega al Campo de Cartagena

Escrito por Carlos Illán. Fotos: Marian.G. 10 de mayo de 2021, lunes
La diputación de Santa Ana, junto a la población de Molino Derribao, está siendo objeto de la instalación de decenas de paneles, que se suman a las que hay en Fuente Álamo. España aspira a convertirse en una potencia en energías renovables, pero la gran proliferación de estas instalaciones está generando conflictos con agricultores y ganaderos en algunas localidades del país, mientras que para bastantes propietarios es un 'maná' económico aunque suponga alquilar los terrenos durante décadas.


España es un país aliado con el sol, especialmente en el sur y en el Levante. Esa circunstancia favorece la fotovoltaica, la fuente de energía que recurre a la luz solar para transformarla en electricidad. En los últimos tiempos se observa un aumento de estas placas solares para el autoconsumo, pero ahora llega al Campo de Cartagena la gigantescas plantas fotovoltaicas, como ya se instalaron en Fuente Álamo y estos días se está llevando a cabo en la diputación cartagenera de Santa Ana, en ambos laterales del Camino del Sifón.

Su ventaja es que se trata de una energía renovable, inagotable y no contaminante. A nivel nacional, España aspira a ser una potencia en energía solar en Europa, siendo objetivo una implantación total de la electricidad renovable para 2050. En ese proceso, este año se está observando la proliferación de paneles fotovoltaicos, almacenamiento solar y colectores solares.



Lo habitual es que las empresas firmen contratos de varias décadas con los propietarios de los terrenos y, según algunas publicaciones de medios de comunicación, el precio de alquiler por hectárea está en torno a los 1.500 euros, aunque hay casos de cifras más elevadas y otros de menor cantidad, según las circunstancias de cada lugar.

Bastantes de los dueños de las tierras son agricultores. Muchos han recibido esta invasión con alegría, pues es un nuevo 'maná', pero también los hay que están en contra. El diario digital El Economista publicaba hace unos días (pinchar aquí) que en Valladolid se han rebelado agricultores y ganadores al considerar que los ayuntamientos los están expulsando de las tierras y pastos que ha tenido durante decenios para crear estos parques eóllicos. En Ávila, el centenar de ganaderos de Navas del Marqués han conseguido paralizar (por ahora) el proyecto de un parque con un tamaño similar a setecientos campos de fútbol. Problemas también han surgido en las localidades granadinas de Baza y Caniles. Son unos ejemplos de la 'cara B' de este 'boom' eólico.   



Por nuestras tierras, de momento, no se conocen quejas salvo la protesta del pasado sábado por parte de una veintena de personas de Extinction Rebellion Contaminación Cartagena, que llevaron a cabo una perfomance junto a las placas ubicadas en la carretera La Aljorra-Fuente Álamo. "Vamos a vender toda nuestra tierra a capital extranjero. Nuestra tierra va ser un solar de polígono industrial. No quedará una planta o un animal en todo el Campo de Cartagena", expresaban (pinchar aquí).

De momento, y en espera de si habrá o no acontecimientos o reacciones, lo que sí llama la atención a muchos es ver como van surgiendo estos enormes parques.
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