Luna llena de amor

Escrito por Marian.G - 21DEhoy agenCYA. 24 de septiembre de 2018, lunes

El primer plenilunio de otoño ha sido testigo del enlace entre Aníbal e Himilce (o viceversa) en un matrimonio político que finalmente queda envuelto por los sentimientos de los dos jóvenes+.


El enlace que más se repite en Cartagena es el que protagonizan el estratega carthaginés y la princesa íbera de Cástulo en Carthagineses y Romanos, pero, pese a repetirse año tras año, los ‘invitados’ a la boda se siguen contando por cientos, esta vez, incluso, más con el mayor aforo que aporta el amplio escenario del Puerto, que evita también la sensación de aglomeración y facilita una mejor perspectiva de las escenas que protagonizan los festeros-actores, ninguno profesional del teatro, pero que a base de ensayos ofrecen un alto nivel interpretativo bajo la dirección de Jesús Fernández.

Vayamos a la sipnosis. Los conquistadores cartagineses pactan una alianza con los conquistados íberos para unir sus pueblos en la península.

Los elegidos son Aníbal Barca e Himilce de Cástulo (o viceversa), quienes expresan en un primer momento bastante recelo a ser objetos de un asunto de estado. Sin embargo, se conocen de forma fortuita y la atracción entre ellos florece. Mejor el amor que la guerra y más si la boda se lleva a cabo con una brillantez de película, enriquecida por bailes, música y una explosión de color. Él llega arropado por su fiel ejército de Tropas de Aníbal. Ella lo hace sobre los hombros de sus ilergetes. El sumo sacerdote une las vidas de ambos, quienes sellan su amor con un beso. ¡Vivan las bodas de Himilce y Aníbal! (o viceversa).





 

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