Claridad para venerar a la Vera Cruz

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Escrito por Rocío González. Fotos: Pedro Valeros. 1 de abril de 2018, domingo.

La última de las procesiones marrajas se despidió temprano. Sobre las diez y media de la noche, aproximadamente, se le cantaba la salve a la Virgen y se cerraban las puertas de la iglesia de Santa María, al menos para los marrajos esta Semana Santa (aún quedaba una procesión por salir esta Semana Santa, la de la Cofradía del Resucitado).

Más puntual que otros años, el cortejo marrajo salía por la puerta de la iglesia. A las siete de la tarde desfilaban ya los guiones de la cofradía por la rampa de Santa María de Gracia. Con aún unos rayos de sol, bastante claridad y rapidez, la procesión marraja se puso en la calle.

El adelanto de una hora en la salida de la procesión, motivado para evitar coincidir con los oficios eclesiásticos, provocó que a lo largo del recorrido hubiera menos público para ver el desfile y que el grueso de espectadores se concentrara a su recogida, aprovechando que se hacía la hora de la cena y que era sábado.

Espectacular, como suele ser habitual, fue la salida de las Santas Mujeres desde el Rectorado de la Universidad Politécnica de Cartagena. Año tras año, la agrupación de los Estudiantes congrega a un gran número de seguidores en este lugar para escuchar el Gaudeamus Igitur, las palabras del rector de la Universidad y a las mujeres portapasos llevar a hombros el trono.

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