Del frío bielorruso al calor cartagenero

El accidente de la central nuclear de Chernóbil en el año 1986 no ha conseguido borrar la sonrisa de unos niños que, aunque nacieron después de la explosión que asoló la ciudad ucraniana de Prypiat, padecen en sus cuerpos las secuelas de la radioactividad. Y es que, gracias a la solidaridad de muchas familias de todo el mundo, estos pequeños consiguen cargar sus pilas cada periodo estival para vencer a la catástrofe radioactiva.


Otro verano más y ya están en Cartagena los 'niños de la nieve'. Son los hijos de Chernobyl, aquel accidente nuclear del que aún perduran sus efectos negativos como el cáncer de tiroides, leucemia, deformaciones congénitas.

Como es habitual, estarán dos meses en Cartagena,  hasta el 24 de agosto disfrutando de la solidaridad de las familias de la ciudad portuaria.