El calor dispara el 'ozono malo' en la ciudad
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- Escrito por Ecologistas en Acción. 8 de julio de 2017, sábado.
Ecologistas en Acción ha denunciado ante la Dirección General de Medio Ambiente que, según los datos oficiales de la red de estaciones medidoras de la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, la contaminación por ozono troposférico se ha disparado en la Región, especialmente en Cartagena y Murcia.
La ola de calor de los últimos días ha provocado que aumenten los niveles de ozono troposférico, ya que este contaminante secundario no sale por las chimeneas ni tubos de escape, sino que se produce cuando los contaminantes que emiten al aire la industria y el tráfico reaccionan entre sí gracias a la luz solar y la temperatura. Por eso, el ozono es un contaminante más propio de las épocas más soleadas y calurosas, y aumenta sus niveles entre las horas centrales del día y el atardecer.
Para proteger la salud humana frente a este contaminante del aire, la legislación establece dos tipos de limitaciones: Límites frente a picos puntuales de alta concentración del contaminante, en los que se alcanzan niveles muy altos y que perjudican a la salud aunque la exposición sea breve. Este tipo de picos es bastante infrecuente en nuestra Región. La legislación establece dos niveles o umbrales para estos picos puntuales: Umbral de información al público: cuando el pico puntual de alta concentración es menos grave, llegando a los 180 microgramos por metro cúbico (µg/m3), en cuyo caso la administración está obligada a informar a la población y recomendar pautas de conducta que eviten la exposición, entre otras. Así como, umbral de alerta al público: cuando el pico puntual de alta concentración es más grave, superando los 240 microgramos por metro cúbico (µg/m3), en cuyo caso la administración está obligada a informar a la población y tomar medidas que eviten la exposición, entre otras.
Ecologistas en Acción insiste en hacer esta distinción, ya que a menudo la administración regional ha intentado confundir a la opinión pública, minimizando el alcance y gravedad real del problema de este contaminante, dirigiendo la atención sobre los umbrales de información y alerta al público, que casi nunca se superan, en vez de poner el foco en el verdadero problema: los malos datos de la media diaria, que es la que se supera constantemente en nuestro territorio y la que tiene los efectos más nocivos en la salud pública, lo que demuestra la gravedad de este tipo de contaminación silenciosa