Enfermeros jubilados se ofrecen gratis para ayudar en la vacunación anticovid

“No queremos quitarle el trabajo a nadie, simplemente ayudar a que la fase de vacunación no se eternice”. Así se expresa un grupo de unos diecisiete cartageneros que ya no ejercen como sanitarios, “pero aportamos experiencia y todavía tenemos la mentalidad de trabajadores, pues no hace mucho que dejamos la profesión”, indican quienes han remitido un escrito con su ofrecimiento al Servicio Murciano de Salud, que está en espera de respuesta.


La idea le vino a uno y se la comentó a un amigo: “¿Qué te parece ofrecernos a ayudar con las vacunaciones?”. A éste le pareció bien y la idea comenzó a expandirse entre allegados excompañeros de profesión. De golpe ya eran quince, decidiendo presentar por registro un escrito dirigido a la gerencia del Servicio Murciano de Salud con un desinteresado ofrecimiento, incorporarse en la labor de vacunación contra el coronavirus. El escrito espera contestación.

El grupo ya lo forman 17 personas y ya hay casos de algunos que no se conocen entre sí, pero que están unidos “por nuestro espíritu de ayudar y por nuestro amor a Cartagena”, expone uno de ellos. No quieren que se publiquen sus nombres ni sus fotografía, “no queremos protagonismo, sino ayudar a que la fase de vacunación no se eternice, sabiendo que estamos aptos, con capacidad operativa y con mucha experiencia”, expone uno de los integrantes de un grupo cuya mayoría de miembros está entre los 65 y los 70 años de edad y que aglutina a personas de diversas afinidades políticas. Hay quien, como ejemplos de sus tablas en el sector, recuerda la ‘velocidad’ en la que ponían las vacunas a los batallones de soldados del servicio militar.

“Pensamos que con este tipo de ofrecimientos más gente podría trabajar en pos de acabar con el bicho, con la incompetencia de los políticos y con el exceso de burocracia”, destaca. Al hilo de esto último, le preguntamos si no podrían existir problemas legales para aceptar su ofrecimiento y responden que hay “varias fórmulas para no tener contratiempos jurídicos, como a través del colegio oficial, al que siguen inscrito bastantes, y de organismos como la Cruz Roja. Con voluntad todo es posible”, remarca. “Este movimiento sólo quiere ayudar porque la situación que sufrimos desde marzo del pasado año es muy seria y frente a ella todos somos necesarios”, concluyen.