“Busco trabajo… porque yo lo valgo”
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- Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 6 de febrero de 2018, martes
La Lanzadera de empleo está desarrollando su novedoso y efectivo programa en Cartagena con una veintena de jóvenes que adquieren seguridad en ellos mismos en la ardua labor de que las profesiones para las que se han formado encuentren hueco en el mundo empresarial.
Mar, Maribel, Verónica, María, Adrián, Desirée, Esther, María José, Esmeralda, Isabel, Rafi, Aida, Sandra y Mónica, junto a la coordinadora, Noelia Ramos, nos envuelven en el encuentro que llevamos a cabo en la sede del edificio del Sefrm en la ciudad trimilenaria. Hemos quedado para conocer mejor lo que es una Lanzadera de Empleo y lo primero que percibimos es una vitalidad y optimismo tremendamente contagiosos, lo que no es habitual cuando conversas con alguien que no tiene trabajo y quiere trabajar. Esto parece otra historia, aunque el objetivo sea el mismo, y la diferencia parece estar en la forma en que se afronta la senda hacia el objetivo final.

Lo primero es ubicar al lector. La Lanzadera es un programa que tiene detrás a la Fundación Santa María la Real, la Fundación Telefónica, el Servicio de Empleo y Formación y el Fondo Social Europeo. Ahora estamos en el quinto programa que acoge Cartagena desde 2014, en concreto, este capítulo se inició el 25 de octubre del pasado ejercicio y expirará el próximo Miércoles Santo, que este año se fecha el 28 de marzo.
El primer dato que ya hace atractiva esta fórmula es el porcentaje de efectividad, un 75% en las anteriores ediciones, según nos exponen. Ante esta cifra, se entiende que acceder no sea empresa fácil. “De un proceso de selección de unas ciento cincuenta personas queda el equipo de veinte”, informan, explicando que se evitan grupos amplios por su complicación para aplicar los objetivos del programa, que tienen su base en la cohesión grupal, la dinámica de equipo y el autoconocimiento. Que quede claro, la Lanzadera no forma en una profesión (entre sus participantes existe una amalgama muy amplia de ocupaciones), sino que son personas (entre 26 y 55 años de edad) que ya están formados a los que se forman para que sepan ‘vender’ sus facultades en el mundo exterior. “No se encuentra otro programa así”, proclaman. El popular ‘todos para uno y uno para todos’ de los mosqueteros bien se puede aplicar aquí, pues la metodología de trabajo es colaborativa y todos los del equipo aportan sus conocimientos y valores hacia el resto (se busca empleo para uno y para sus compañeros), todo ello aderezado por potenciar el autoconocimiento e inteligencia emocional mientras avanza un programa que abarca talleres y proyectos (perfiles profesionales, comunicación, visibilidad e intermediación laboral), junto a virtuales situaciones, como puede ser el aprender a resolver conflictos. Todo está interrelacionado.
“Es como un trabajo no remunerado, pues exige mucha dedicación y compromiso”, expresan, remarcando que se asume todo de forma voluntaria. El horario es de 9.30 a 13.30 horas de lunes a miércoles en grupo, pues se suman las sesiones individuales de los jueves. “Además, cuando llegas a casa sigues trabajando con talleres y contactando con compañeros”. Dicho todo esto, vamos a intentar pulsar el efecto sobre el grupo que nos ocupa.
Por ejemplo, uno de los temas que se abordan es cómo preparar un currículo. Si ahora tuviéseis que elaborar uno, ¿sería muy similar al que tenías hecho antes de entrar en la Lanzadera?, preguntamos. “En absoluto, que va”, dicen la mayoría al unísono. Es evidente que están mejorando, al igual que en la autoconfianza a la hora de presentarse en una empresa. “Hemos ido adquiriendo conocimientos, autoconfianza, compromiso, liderazgo, responsabilidad, poder disuasorio y otras ‘armas’ para saber mucho mejor qué hacer para encontrar trabajo; estamos mejor preparados para el presente y el futuro”, aseveran, añadiendo que en el ámbito laboral “ya no somos las mismas personas que éramos”.

Desde el segundo mes comienza la prospección laboral en la que estas personas comienzan a hacerse visibles en el mundo al que desean adentrarse. “Se contacta con las empresas por teléfono, nos damos a conocer y se les ofrece enviarles los currículos o mantener un encuentro personal”, explican. Entonces, preguntamos si los empresarios son reacios a esas entrevistas y la respuesta es negativa, “pues muchos nos abren sus puertas y no tiene nada que ver el tamaño, pues lo hacen tanto grandes como más pequeñas. Además, hay ya auténticos fans entre los que conocen el programa de la Lanzadera y están esperando nuevas ediciones para buscar personal. Hay que tener en cuenta que los que llevan a cabo este programa adquieren un sello de calidad, el cual se denomina ‘Sello de responsabilidad social corporativa’, que agradece el mundo empresarial, pues saben que se trata de trabajadores responsables y buenos compañeros, entre otras virtudes, como la capacidad de adaptación a diferentes dinámicas”, apuntan. En el actual programa ya han contactado con alrededor de medio centenar y las perspectivas son muy buenas.
“La búsqueda de empleo es una carrera de fondo que agota, por lo que es muy importante la ayuda del equipo”. La frase es muy expresiva y ante esa situación también hay que aprender a ‘lanzarse’ con seguridad hacia el anhelado objetivo.
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