El complejo hospitalario de Cartagena recibe formación para mejorar el uso de fármacos en anestesia

El jefe del Servicio de Neuro-Anestesia y experto en manejo de TCI post-quirúrgica del Ospdali Runiti, en Italia, ofreció ayer tarde una conferencia sobre las últimas tendencias en técnicas de anestesia total intravenosa en bombas de infusión.


La anestesia total intravenosa (TIVA) se define como una técnica de anestesia general en la que la inducción y el mantenimiento anestésico se consiguen a partir de fármacos administrados exclusivamente por vía intravenosa. Su creciente empleo se debe, en parte, a los avances en modelos farmacocinéticos y tecnología en sistemas de infusión, así como a fármacos de última generación que consiguen su acción en un tiempo de latencia mínimo y un aclaramiento ultrarrápido. Todo ello, permite una mayor estabilidad hemodinámica y un mejor control de la profundidad anestésica.

 

Con esta técnica anestésica, explica la jefe del Servicio de Anestesia y Reanimación del complejo hospitalario universitario de Cartagena, Elena Estellés, “se puede establecer una estrategia de trabajo que nos permita en cierto modo, individualizar la anestesia para cada paciente, ya que se tienen que introducir los datos antropométricos de cada uno. Junto con todo el resto de monitorización utilizada en el quirófano, vamos hacia una anestesia más segura para los pacientes”.

 

Entre las ventajas potenciales de su uso se incluyen la reducción de la incidencia de náuseas y vómitos posoperatorios, menor contaminación atmosférica, recuperación más previsible y rápida del paciente y mayor estabilidad hemodinámica.

 

Recientemente, la TIVA se ha hecho más accesible debido fundamentalmente a que las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas de medicamentos como el propofol y fármacos opioides de acción corta más nuevos, los hacen idóneos para la administración intravenosa e, igualmente, los avances tecnológicos en las bombas de infusión posibilitan el uso de algoritmos.

 

Estos hechos la convierten en una técnica más efectiva y fácil de implementar por el anestesiólogo, mientras que al mismo tiempo ofrece una ecuperación del paciente más rápida y cómoda.

 

La Inducción anestésica con sistemas de infusión automatizados TCI representan una nueva generación  de bombas de infusión. Permiten al anestesiólogo modificar la concentración del fármaco de una forma sencilla e intuitiva y hacerlo en función de las necesidades del paciente y de los estímulos quirúrgicos.

 

Estos sistemas se componen de un ordenador que se une a un equipo de infusión de jeringa mediante un puerto de comunicación. El software contiene un simulador farmacocinético y un algoritmo de infusión.  El anestesiólogo deberá introducir la concentración deseada y unos parámetros biométricos. El programa informático realizará una simulación basada en las propiedades farmacocinéticas del fármaco y la dosis administrada para conseguir la concentración  preestablecida por el anestesiólogo.