El artista Diego Jiménez presenta un espectáculo de psicoteatro en el Teatro Circo

El artista y coach profesional Diego Jiménez, estrena su espectáculo psicoteatral '¿Quién quiere ju(z)gar conmigo?', un montaje escénico fresco, único y original , galardonado con el Premio a la Innovación y el Desarrollo Profesional 2018. Galardón que le ha sido otorgado por ECOREM y la Universidad de Murcia, por su aportación en el acercamiento de las herramientas del coaching para la gestión emocional, a través de las Artes Escénicas.


Desde un formato unipersonal y bajo la dirección artística de Fernando Ripoll, el coach en comunicación y HH.SS Diego Jiménez, comparte con el espectador sus vivencias más íntimas y las pautas que le han ayudado en su proceso de crecimiento personal, a través de un espectáculo innovador y lleno de sentimientos, un espectáculo más cercano al psicoteatro, al teatro terapéutico o al “reallity”, que a cualquier otra disciplina del teatro clásico.

A través de un ejercicio de comunicación arriesgado y generoso, haciendo de lo particular la generalidad como terapia abierta al público, expone los recursos y conocimientos necesarios para romper con las cargas innecesarias que nos imponemos a veces, de manera consciente e inconscientemente.

Diego Jiménez, guionista y autor de la idea original de esta obra, se representa a sí mismo con crudeza sanadora. Transitando con naturalidad por sus experiencias y emociones, conduce al espectador hacia la reflexión y la emoción, pasando por la carcajada, hasta al análisis propio de cada individuo consiguiendo que el público se vea reflejado e identificado con su testimonio.

Una puesta en escena valiente y original, que surge de la necesidad interna del autor como ser humano y como profesional, de querer comunicar, desde la emoción y en primera persona, la teoría, y también la práctica, de todo lo “aprendido” después de “desaprender”.

No se trata de una obra de teatro al uso, aunque sí lo es su formato y, como tal, se representa. Tampoco es simplemente un monólogo, aunque sólo hay un protagonista. Ni siquiera es una conferencia motivacional más…No es nada de todo esto y, a la vez, es todo junto. Se trata de un “striptease” emocional, una oportunidad para invertir en uno mismo, donde está prohibido juzgar y permitido jugar a la inteligencia emocional.

Una experiencia difícil de explicar y fácil de experimentar, sólo apto para quienes no teman dejarse llevar por las emociones.