Los clubes de base sienten que están siendo presionados para suspender su actividad

La obligatoriedad de entrenar con mascarilla tras las medidas autonómicas del Estado de Alarma sorprendió, pero, salvo casos muy excepcionales, la inmensa mayoría de jugadores cumplen. El nuevo problema es que las federaciones exigen el pago de la mutualidad para todos los que entrenan y los dirigentes protestan porque ni saben si habrá competiciones y si podrán recuperar el dinero invertido. Unos equipos han suprimido los entrenamientos, otros se lo plantean y los hay que ofrecen a los padres como única opción segura el entrenamiento de sus hijos.


Las competiciones de deporte autonómico, al margen del profesional y de categorías nacionales, se ha convertido en un gran problema esta temporada que alcanza a decenas de miles de jóvenes. Tras la interrupción de las competiciones por la pandemia del coronavirus en marzo, los entrenamientos volvieron en octubre tras la autorización de la dirección general de Deportes, que apuntó para noviembre el inicio de las competiciones. Sin embargo, el aumento de la incidencia de la 'segunda ola' del Covid-19 ha vuelto a trastocarlo todo. Las ligas no empezarán todavía y a finales de noviembre se analizará si pueden o no ponerse en marcha, y en caso afirmativo, cuándo tendrían lugar.

El lunes la Comunidad Autónoma sacó la orden complementaria al Real Decreto del Estado de Alarma que, entre otras cuestiones, exige en los entrenamientos de equipos que se efectúen por grupos y que todos lleven la mascarilla sanitaria. En un primer momento hubo una reacción adversa, pues se consideraba que tiene un riesgo llevar a cabo un esfuerzo con limitación de aire de entrada. "Cuando se fue levantando el anterior Estado de Alarma, ya se autorizaban los ejercicios físicos de todos sin mascarilla por esa circunstancia", indicaba un entrenador a este diario. Sin embargo, la gran mayoría al final han decidido adaptarse a la normativa, aunque hemos conocido algunos casos en que las familias de los jugadores han decidido que sus hijos no vayan a entrenar. También hay un padre que apunta su extrañeza porque su pequeño, de corta edad, "no tenga que llevar la mascarilla en el colegio y sí entrenando". Por supuesto, todos cumplen con rigor todas las normas de seguridad sanitaria en los accesos y presencia de hidrogeles, entre otras medidas.

Dos días más tarde ha surgido otro problema. Las federaciones exigen que los jugadores que entrenan tengan "la ficha activa, lo que supone que haya que pagar la mutualidad sin saber si habrá competiciones esta temporada y, en ocasiones, sin saber cuáles serán finalmente los que formarán la plantilla y tendrán ficha", indican un dirigente de fútbol base, apuntando otro que siempre se paga la ficha y la mutualidad los días previos al inicio de las ligas, "cuando ya están las plantillas creadas y se han efectuado los descartes; no es normal lo que pasa ahora", apuntaba a este diario. "Parece que con la nueva situación quieren que dejemos de efectuar los entrenamientos pero sin decirlo, porque están sucediendo obligaciones muy extrañas", señalan varios, recordando que el deporte es muy positivo para los chavales, "además de su formación física y de formar parte de un grupo, para bastantes de ellos supone alejarse de las pantallas de móviles, tabletas y ordenadores durante un tiempo cada día".



¿Quién garantiza que si no hay ligas nos devolverán el dinero?, expresan varios directivos de fútbol base a esta redacción. Al parecer, la Asociación de Clubes de Fútbol de Cartagena es el órgano que ha recogido el malestar y las preocupaciones de los equipos para abordarlo con la Federación de Fútbol de la Región de Murcia.   

Otro hándicap es el cierre perimetral de municipios. Hay jugadores de fútbol de La Unión que juegan en equipos de poblaciones próximas, como la Minera, Minerva o El Algar, que según la ley no pueden dejar su territorio municipal para ir a entrenar. A la inversa también sucede. Y también hay casos como sucede con el baloncesto del CB Sierramar, cuyos equipos surgen de La Unión, El Algar, Los Belones y Alumbres, o la AD La Unión de voleibol que abarca El Algar y La Unión. La nueva orden altera totalmente su actividad.  

Algunos equipos han decidido parar la actividad en espera de acontecimientos, como el equipo de Preferente del CD Algar (siguen las bases) y también nos apuntan decisiones similares en Los Belones y en La Manga, territorio que, por cierto, se reparten dos municipios diferentes. Igualmente, se han suprimido las sesiones en la escuela de fútbol del CD Minerva, donde siguen las formaciones juvenil, femenina y sénior.  

En la Escuela de Baloncesto Salesianos se sigue con la actividad (con mascarilla), cambiando el recinto cerrado del pabellón de Los Dolores por las pistas exteriores del colegio Salesianos. Ahí ya han tomado una decisión, expresa su presidente, Domingo Lorente. "A los padres de los jugadores les ofrecemos que su hijo pueda entrenar, así de claro, pues no podemos asegurar que habrá ligas", indica. Respecto a la obligatoriedad del seguro médico privado, ha cerrado los equipos y han pagado la cuota de la mutualidad, además de decidir que no entrará gente nueva o a prueba. "También hemos tenido que reducir algún equipo", señala.

La sensación, por los clubes con los que hemos contactado, es que hay un esfuerzo por continuar con esta social labor, pero que muchos sienten una presión que no terminan de comprender.