El primer alcalde cartagenero de la democracia entra en escena

Más de cien personas acudieron anoche al estreno de ’23-F. Enrique Escudero, el alcalde del cambio’, una obra en la que el actor y director Enrique Escudero, hijo del protagonista, rinde homenaje al primer alcalde cartagenero de la democracia.  Con esta representación, quedó clausurado el Festival Histórico Ciudad de Cartagena.


Un escenario negro traspasado por un foco de luz amarilla daba la bienvenida al público. Sobre él, una sencilla mesa blanca con tres sillas antiguas a su alrededor formaban el decorado. A su derecha, una pequeña plataforma haría levitar a los músicos durante la función. Sobre ella reposaba una guitarra eléctrica, un bajo y una batería.  

Enrique Escudero, el director, esperaba nervioso el comienzo en primera fila. Unos vaqueros viejos y una camisa azul le servían de atrezzo. Saludaba atento a todo el mundo. “Esta obra es la que más me ha costado escribir porque es demasiado personal. Me toca mucho emocionalmente”, confesó en la presentación.

Ya desde el comienzo, la obra consiguió meter de lleno al público en la época de finales de los 70, principios de los 80. Y es que, en una enorme pantalla comenzaron a aparecer anuncios de aquel entonces: ‘Casera’, huevos ‘El corral’, cerveza ‘Ambar’ o Danone fueron los spots elegidos. Llenos de recuerdos para los que vivieron conscientes aquella época.

Enrique Escudero diseñó una representación que se iba partiendo, una vez tras otra, en tres ambientes distintos. El primero, la música. Un joven cantante, acompañado de una guitarra eléctrica, un bajo y una batería supo traer al público la mejor música de los 80. ‘Vamos a tocar un rock & roll a la plaza del pueblo’, ‘La quiero a morir’ o ‘Libertad, Libertad’ fueron algunos de los temas más destacados. En ‘Libertad, Libertad’, el público, llevado por la emoción, no pudo evitar unirse a los músicos. Especialmente emotiva fue la de ‘Te quiero a morir’ porque la pantalla comenzó a proyectar durante la canción algunas fotos antiguas de Enrique Escudero junto a su mujer Mariloli.   

El segundo ambiente lo protagonizaba un grupo de adolescentes vestidos con ropa de la época, tipo ‘Grease’. Con su trama, llena de amores insatisfechos, drogas e imágenes de la Cartagena de aquel entonces, lograron crear un reflejo de aquel entonces. Cabe resaltar un simpático personaje que presentaba una discapacidad mental y que hizo reír constantemente al público en sus entrañables apariciones.  

El tercer ambiente iba narrando progresivamente la historia de Enrique Escudero, el primer alcalde cartagenero de la democracia tras la muerte de Franco. Le daba vida un personaje alto y serio, a la vez que profundo y señorial. Le acompañaban varios actores que representaban a sus compañeros de aquel entonces. Juntos, mostraron al público algunas de las escenas más importantes de la vida de Escudero: El momento en el que ganó las elecciones rodeado de banderas socialistas, su afán por el San Pedro californio, el amor de su vida: Mariloli, el cariño que profesó siempre a sus hijos, su casa de veraneo, el pino bajo el que Miguel Hernández se habría sentado para escribir sus obras, sus intervenciones en la radio, sus ganas de mejorar la ciudad, su preocupación por el mal estado de las diputaciones cartageneras, su interés en la cultura o, uno de sus hitos más importantes, el día en que le pidió al rey, delante de todo el mundo, el reconocimiento de Cartagena como provincia.

Fue una noche fría en el auditorio Parque Torres. El levante se despertó con bastante fiereza y el público tuvo que abrigarse con chaquetas y rebecas durante toda la función. Una luna creciente sobrevolaba el escenario junto a varias gaviotas que no quisieron perderse la representación. Como tampoco quisieron hacerlo la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, el concejal José López, el concejal del Área de Festejos, Juan Pedro Torralba y el edil del Área de Patrimonio Arqueológico, Ricardo Segado junto a un público que pudo aprender un poquito más de la historia de Cartagena.