Don Juan suma conquistas débilmente

La pasión no faltó el viernes por la noche en el Parque del Molinete. La representación del célebre clásico de Zorilla, Don Juan Tenorio, hizo que más de medio centenar de personas se asomaran al conocido enclave cartagenero para disfrutar de la obra teatral. Sin embargo, Don Juan no contaba ayer con que también tendría que ganarse 'el favor' de la megafonía. Los fallos de sonido marcaron toda la representación, lo que obligó a los espectadores a afinar bien el oído. 


A la representación no le faltó emoción, sobre todo conforme avanzaba el drama de Zorilla. Para ser la primera vez que se realizaba esta iniciativa, los espectadores quedaron muy satisfechos, a pesar de fallos típicos del directo como la megafonía que hacía que mientras a unos actores se les escuchaba nítidamente, a otros dejara de funcionarles el micro cuando les tocaba hablar e incluso el ruido de alguno de los pasacalles que se organizaron por el centro de la ciudad también ensombrecieron la representación, a pesar de la ilusión que se había puesto en ella. 

Uno de los momentos más vistosos de la representación fue la segunda parte del drama religioso-fantástico que se desarrolla cinco años después de la primera parte. En él, Don Juan regresa a Sevilla en busca del antiguo palacio de su familia y descubre en su lugar un cementerio donde están enterrados Don Luis, el Comendador y doña Inés, su amor. A través de juegos de luces y sombras se le aparece el espíritu del Comendador, que busca acabar con su vida y llevarle a los infiernos.