Un crecido López Miras rememora entre pitidos sus raíces cartageneras y anima a vivir "con intensidad" las fiestas
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- Escrito por Rocío González. Fotos: Pedro Valeros. 16 de septiembre de 2017, sábado.
Tras el encendido del fuego sagrado llegó a la plaza del Ayuntamiento uno de los momentos más esperados del inicio de las fiestas de Carthagineses y Romanos: el pregón. En esta ocasión, los anuncios de 'boicot' durante el acto que pregonaría el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, despertaron más el interés de algunos de los cartageneros que se acercaron a la plaza del Ayuntamiento.
Sobre las nueve de la noche comenzó a llenarse la plaza del Ayuntamiento en la que también se había distribuído un dispositivo de seguridad de la Policía Nacional para evitar posibles altercados, aunque no hizo falta porque lo máximo que pudo escuchar López Miras cuando por fin se asomó al balcón fueron pitidos y bocinazos y ver desplegadas por la plaza algunas banderas de la Provincia Marítima de Cartagena.
Sin embargo, el 'espectáculo' que se estaba viviendo abajo hizo que el presidente regional se creciera más aún en su discurso, que duró unos quince minutos, y aprovechara para advertir a los manifestantes que antes de salir al balcón había "consultado al oráculo", que le advirtió que ni la música de los silbatos podrían eclipsar los 3.000 años de historia de Cartagena.
Recordó, asimismo, a figuras importantes de la historia de la ciudad, como los cuatro santos, Isaac Peral o a Carmen Conde, fue en este momento cuando en la plaza se escucharon algunas críticas por parte de algún espectador que saltó diciendo: "¿qué sabrás tú de Carmen Conde?".
Pero el presidente regional continuó intentando hacerse oír alto y claro entre la pitada que de vez en cuando daba una tregua al pregonero. Para intentar ganarse al público rememoró sus raíces cartageneras, cuando él estudiaba en los Franciscanos y vivió desde la calle Trafalgar el año I de fiestas. "Veía salir de sus casas a vecinos que durante el curso vestían formales y que estos días lo hacían cubiertos con togas, túnicas y corazas”. Unas personas que “lograron que Cartagena mirase hacia atrás con orgullo, y que quisiese poner en valor lo que antes llamaban despectivamente piedras y luego, con admiración, vestigios de un tiempo de gloria”.
Poco antes de su pregón hablaron desde el balcón el presidente de la Federación, José Antonio Meca, que recordó que por fin se ha cumplido el sueño de alcanzar la Declaración de Interés Turístico Internacional. El concejal Juan Pedro Torralba disculpó la ausencia de la alcaldesa Ana Belén Castejón, a punto de dar a luz a su segundo hijo, y rememoró cómo vivió con ilusión el año pasado cuando nació su hija y participó con ella en uno de los actos más emblemáticos: el Nasciturus.
También se presentaron los personajes principales de las fiestas, Aníbal, Himilce, Escipión y Emilia Paula que, a pesar de las rivalidades, animaron a sus tropas y legiones a pasarlo bien y a disfrutar de los 10 días de festejos. Ambos conectaron con intensidad con los suyos. Tuvieron fuerzas de general, con guiones elaborados por ellos mismos. También hablaron Himilce y Emilia Paula. La íbera con un traje de la Iberia de antaño, que era una de sus sorpresas para este arranque festero. La dona romana, por su parte, se mostró con una gran naturalidad en su alocución. Era la primera vez que los cuatro estaban antes miles de personas y, encima, tenía que hablar. Lo hicieron con (alta) nota.