Los púnicos cumplen su sueño con Qart-Hadast

No lo predijo el oráculo ni tampoco los dioses, pero Qart-Hadast tendría un gran futuro. Uno internacional en el que no solo lusitanos, tartesos, íberos y carthagineses lucharan por dominar lo que antes había sido Mastia.


Más de 4 horas ha tardado el general carthaginés Asdrúbal Janto en fundar Qart-Hadast y 28 años las fiestas de Carthagineses y Romanos en ser declaradas de Interés Turístico Internacional. Un nombramiento que enorgullece tanto a uno como a otro bando y que hace que los principales actores de las fiestas se esfuercen al máximo en cada uno de los actos que representan. "Hay mucha gente que no es de aquí, a ver si sigue saliendo todo bien", comentaba un púnico entre los tres actos de la Fundación.

Con una puesta en escena renovada, el Consejo Carthaginés ha hecho historia, tanto como lo han hecho este año las fiestas gracias a la declaración internacional. La pirotecnia y los juegos de luces han sido, sobre todo, lo más aclamado entre el público, que ha quedado impresionado por la escenografía y por la capacidad de las fiestas de hilar tres espectáculos en sitios céntricos de la ciudad.

Y es que es precisamente eso lo que pretende uno de los principales actos de los carthagineses, acercar al público la historia, de manera que los espectadores se sientan más partícipes de la misma.

La Fundación de Qart-Hadast arrancó bien puntual en el escenario del puerto con la representación de la muerte de Amilcar y su posterior cremación. La diosa Tanit se aparece a su yerno, Asdrúbal, para avisarle de que encontrará una ciudad que convertirá en una nueva Carthago donde destacará la unión entre los pueblos.

Tras eso, los púnicos se han dirigido a la Glorieta en una representación de la partida de las tropas desde el Norte de África para buscar al responsable de la muerte del gran jefe. Finalmente, al llegar al Parque de los Juncos, se ha cumplido el sueño de Asdrúbal, elegido nuevo líder púnico, fundar una nueva ciudad al otro lado del mar.

Asdrúbal, que por vez primera en las fiestas era encarnado por Adrián Vergara, selló con un apretón de brazos el pacto de hermandad con el Régulo de Mastia en un acto con explosión de fuegos de artificio y que tuvo algunos problemas con la megafonía.