La devoción a la Virgen del Pasico también brota de la pared

La Aparecida ha inaugurado un azulejo en la fachada de su más que bicentenaria y restaurada ermita después de celebrar una misa de campaña en el día de su patrona, la Virgen de los Dolores. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)


Este año las fiestas patronales han pasado casi de largo por La Aparecida, pues el cariño hacia la Virgen de los Dolores y la Virgen del Pasico ha quedado latente con los actos celebrados en la tarde de este sábado.

La plaza de la Virgen, que cumple cuatro décadas de historia, ha sido el escenario de una misa de campaña en la que los presentes se han distribuido por ese espacio ajardinado manteniendo las distancias de seguridad que marcan las autoridades sanitarias en estos tiempos de coronavirus. Pedro García Casas ha sido quien ha oficiado la misa desde un altar instalado para la ocasión junto a la imagen de la Virgen del Pasico, imagen que ha sido objeto de la entrega de ofrendas florales efectuadas por la asociación de vecinos Miguel de Cervantes, el colectivo de amas de casas, el club de pensionistas, la comisión de fiestas y la junta vecinal, la cual ha estado representada por su presidente, Juan Manuel Ayaso.



Tras concluir la eucaristía, se ha cantado la Salve, que ha culminado con un "¡Viva la Virgen de la Aparecida!", para a continuación la comisión de fiestas efectuar el lanzamiento de cohetes que han explotado en el cielo.

El siguiente capítulo se ha ubicado en la más que centenaria ermita ubicada junto a la redonda de acceso al pueblo. Es la casa de la Virgen del Pasico, que ha sido colocada en el lugar donde se le rinde culto todo el año mientras que en el exterior ha tenido lugar la bendición por parte del párroco del azulejo de la imagen de la Virgen María con su hijo yacente que ha costeado la comisión de fiestas, cuya directiva preside Salvador Pelegrín, en este año tan singular y que permitirá tener una fácil visión de la Virgen del Pasico para todos los que transiten por ese lugar.

Hay que destacar que, con motivo de esta inauguración, la ermita ha sido restaurada, con nueva pintura, refuerzo de la estructura y arreglo de jardineras, entre otros elementos. El origen de este enclave único en el Campo de Cartagena se remonta a una leyenda de 1745 que motivó que fuera elevada en este paraje