La ‘llamada de protesta’ de los funcionarios empaña el inicio de la cuaresma procesionista

Ha sido una ‘Llamada’ totalmente diferente a lo tradicional. Los pitos y bocinas de los empleados municipales contra la alcaldesa ha impedido escucharla en el balcón del Palacio Consistorial y después la marcha se ha efectuado con más escolta policial que nunca. Además, la imagen de la Virgen de la Caridad, al estar en procesión de restauración, ha estado ausente en el acto final en una basílica en obras.
  • Gran malestar en la mayoría de cofrades por utilizar los funcionarios a la Semana Santa para su protesta
  • El cheque municipal de este año es de 200.000 euros, similar al año anterior
  • GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)


Las cofradías de Jesús Resucitado, Jesús Nazareno, Cristo del Prendimiento y Cristo del Socorro han celebrado esta tarde cabildos para decidir si este año cada colectivo saca sus procesiones. Tras las esperadas respuestas afirmativas, los hermanos mayores han pedido a sus procesionistas que los acompañasen a comunicar la decisión a la primera autoridad municipal.

Ocho y cinco minutos de la tarde. Suena un cohete en el cielo y la banda de música imprime el ritmo de la ‘Micaela’ abriendo paso a los procesionistas del Resucitado, que salen de su sede hacia la de los marrajos en una recogida de hermandades que después alcanza a los californios y a los del Socorro, creándose la comitiva completa. En cada encuentro no falta la correspondiente intercambio y colocación de los diferentes distintivos.

El siguiente capítulo tiene lugar en el balcón del Palacio Consistorial, donde el presidente de la Junta de Cofradías, Francisco Pagán, comunica la decisión a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, además de expresar la intención de los procesionistas de ofrecer una grandes procesiones. Después habla la regidora y concluye con la típica frase: “¡Música y a la calle!”. La siguiente escena ha sido la entrega del talón por valor de 200.000 euros a las cofradías.  

Una nueva marcha, ahora con la alcaldesa, se dirige a la Real Basílica Menor de la Patrona. En su interior, entre los andamios de que está en obras y con una imagen que ocupa el lugar de la talla de la Virgen de la Caridad, que está siendo restaurada en Murcia, tiene lugar el capítulo final. El sacerdote Fernando Gutiérrez Reche expresa que este Miércoles de Ceniza se inicia el camino de cuaresma, invitando a los católicas a ser fieles “y vivir el amor, la justicia y la paz que nos comunicó el Señor”, añadiendo que las cofradías darán “testimonio” de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, además de indicar que se echa de menos a la Patrona, “pero sabiendo que aquí está su espíritu”.

A continuación, Mariana Larios ha dirigido unas palabras, que ha culminado pidiendo a la Virgen que “nos eche una mano para que no llueva esta Semana Santa”, pues cabe recordar que el pasado año es cuando más procesiones suspendidas se registró en la historia debido a la caída del agua. El canto de la Salve pone el broche a las 21.35 horas.



Lo relatado hasta ahora es el guión habitual de la ‘Llamada de Semana Santa’, pero este año este acto se recordará por otro factor, como es la protesta llevada a cabo por más de doscientos empleados públicos hacia la alcaldesa, a quien acusan de no cumplir la promesa que les efectuó de subida salarial.

Tres bloques ha tenido esa acción. Por un lado están los funcionarios, que han logrado su objetivo, pues con pitos y una bocina conectada a una bombona de aire han conseguido que la alocución de Castejón no se escuchase, como era su objetivo. Por otro lado está la alcaldesa, quien no se ha amedrentado y, pese a que era imposible escucharla, ha mantenido el texto que tenía preparado y ha tratado de mostrar naturalidad en todo momento. Después ha salido con la comitiva a la plaza del Ayuntamiento, aunque por el lateral, donde está la rampa, y ha culminado el trayecto hasta la Caridad con la mayor escolta policial que se recuerda en este acto. Hay que dejar claro que no se ha producido, que hayamos visto, incidente alguno, salvo las meras protestas.



El tercer protagonismo lo han tenido los procesionistas, ‘convidados de piedra’ en este conflicto. Su presencia en la plaza ha sido inferior a otras ediciones y el grueso se ha ubicado en un lateral de la plaza, mientras que frente al balcón estaban los funcionarios y en el otro lateral no había nadie. Este diario ha querido conocer la opinión de los cofrades en este anómalo hecho, para lo que hemos preguntado a un total de 35 asistentes que no fueran de las juntas de mesa de las diferentes cofradías, que eran los que estaban en el balcón y que han sido un clamor criticando lo sucedido. Hemos elegido a los ‘procesionistas de calle’.

De los 35 encuestados, 3 han mostrado apoyo a los funcionarios y 32 lo ha critico, no encontrando a nadie que no quisiera pronunciarse. De los primeros es más fácil reseñar algunas de sus frases: “A cualquiera que su jefe le mienta actuaría así” - “Más tenían que protestar” y “Están protestando en todos los actos en los que está la alcaldesa, no ha sido nada especial contra la Semana Santa”.

Respecto a las críticas, el abanico de comentarios ha sido muy amplio, siendo personas de diferentes edades y sexos a los que hemos planteado la pregunta: “Es una vergüenza” - “Han perdido la ética, no pueden dañar como han hecho a la semana grande de Cartagena” - “No han tenido respeto hacia las procesiones ni a los procesionistas” - “Han lucido el espíritu catalanista” - “La protesta se les ha vuelto en contra, pues han quedado muy mal” - “Creo que han estado dirigidos”. Bastantes han querido diferenciar el motivo de la protesta con el lugar: “Han estado fuera de contexto” - “Tienen derecho a protestar, pero no fastidiando a otros” - “Que se quejen, pero sin dañar a los que nada tienen que ver”. Un tercer bloque ha sido más crítico, con alusiones laborales: “Si estuvieran en la empresa privada no harían lo que han hecho” - “Muchos hemos sufrido despidos con la llegada de nuevas tecnologías y ellos son unos privilegiados” - “Lo quieren todo y luego resulta que cada dos por tres dejan sus puestos de trabajo para salir a comprar” - “Sus sueldos se llevan la mayor parte de nuestros impuestos y no tienen porqué perjudicar a los que pagamos”.

El malestar procesionista era más que obvio en una ‘Llamada’ diferente que así se recordará.