El coronavirus no puede con el Medinaceli

A diferencia de otras poblaciones españolas, la afluencia de personas en Cartagena para mostrar su tradicional devoción a la imagen no se ha visto mermada, aunque en esta ocasión el besapié se ha reemplazado por gestos para evitar mayor propagación del virus. El pie de la talla estaba forrado de metacrilato y se limpiaba con alcohol cada vez que era tocado. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)


Cientos de personas están acudiendo hoy, hasta las nueve de la noche, a la iglesia de Santa María, donde en una de sus capillas, en la que durante todo el año se le rinde culto a Jesús de Medinaceli, se lleva a cabo el tradicional 'besapié' a la imagen que creó el artista González Moreno en 1940, hace ochenta años. Esta vez, debido al coronavirus, no se besa el pie de la talla, lo cual se sustituye por un gesto, como una reverencia, una mirada fija o el acto de presignarse, siguiendo las instrucciones difundidas por el Obispado de Cartagena para los actos de culto en esta cuaresma y que se recuerdan a los asistentes con siete carteles instalados en el recorrido desde el exterior hasta la capilla.



Alguno, de forma instintiva, besa su mano y la coloca sobre el pie, el cual está protegido por una pequeña urna de metacrilato. Cuando esto sucede, los integrantes de la asociación piadosa enseguida limpian con alcohol para evitar riesgos.

Lo que no se ha visto esta mañana es mermada la presencia de fieles. No hay colas en el exterior, pero el 'chorreo' de personas ante la imagen es constante y los organizadores expresaban a este diario que, hasta entonces, la afluencia es similar a otros años. El coronavirus no ha podido con el Medinaceli.