“Los hermanos del Socorro somos custodios del poder de la cruz”

La eucaristía solemne, principal acto litúrgico de la cofradía cartagenera, ha recordado los últimos momentos de Jesús como hombres, resaltando después “el amor y la luz de Cristo”, a quien define como “un oasis en nuestra travesía”. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



La Cofradía del Cristo del Socorro ha recuperado tras el paréntesis del pasado año generado por el coronavirus la celebra de su misa solemne, que ha tenido como marco la parroquia de Santo Domingo, con la imagen del Crucificado presidiendo el altar y una presencia de un centenar de personas, aforo muy reducido respecto a lo habitual, también motivado por la seguridad sanitaria.

La eucaristía, presidida por el capellán del Socorro, Lázaro Gomariz, y concelebrada con los capellanes de las tres restantes hermandades pasionarias de Cartagena y del párroco de la iglesia anfitriona, ha tenido una fase inicial en la que se han recordado, a varias voces, los capítulos de la condena de Jesús, incluidos los diálogos con Poncio Pilatos, y su muerte en la cruz. Después, Lázaro Gomariz ha destacado, en su homilia, el valor de lo que hizo Jesús por los hombres con el sacrificio de su muerte en la cruz, en un acto de amor hacia la humanidad “con la que nos ha salvado”. Ha invitado en varias ocasiones a mirar a la imagen y ha apuntado que los hermanos del Socorro, “que custodiamos esta imagen desde hace siglos, celebramos hoy el poder de la cruz”, apuntando también que con los hachotes “tenemos que iluminar a los que nos rodean y encender pequeñas luces en su corazones en un mundo muy necesitado de ellas”. En el tramo final ha expresado la esperanza de que el próximo año vuelva a salir a la calle el vía crucis del Cristo del Socorro. Su alocución completa se puede escuchar en el vídeo adjunta.



El acto en esta ocasión no ha tenido coro para evitar riesgo de contagios, siendo enriquecida en el capítulo musical por la ‘Capilla de música Cartagena’, compuesta por Ibán Huertas San Millán (órgano y dirección), Inmaculada Sánchez (mezzosoprano) y Francisco Domené López (violín).