La decisión a favor o en contra del traslado festero al CC1-Parcela 33 se aplaza una semana

La asamblea extraordinaria no ha culminado con la votación de tropas y legiones al solicitar algunos más tiempo para aclarar con sus grupos si aceptarán o no. La propuesta del Ayuntamiento a Carthagineses y Romanos es un terreno de 73.600 metros cuadrados en un nuevo recinto ferial junto a Mandarache.
 ? Antes, en la asamblea general ordinaria, se ha fijado el uno de julio como fecha tope para decidir si las fiestas del próximos mes de septiembre se organizan como es tradicional, de forma virtual o con actos y desfiles pero sin campamento.


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El futuro de las Fiestas de Carthagineses y Romanos atraviesa días claves, pues los festeros deben decidir si aceptan o no la propuesta (que no imposición, como nos matizan) que les ha presentado el Ayuntamiento de Cartagena ante las nuevas circunstancias de su actual emplazamiento, puesto que si bien no hay problemas en el espacio que ocupa el campamento, al ser suelo municipal, si lo hay para el terreno que ocupaba la feria de atracciones, sobre los que ya se están llevando a cabo los trabajos de urbanización de las viviendas que ahí construirá Tomás Olivo.

Han sido varias las reuniones mantenidas por la cúpula de la Federación de Tropas y Legiones y el consistorio sobre este tema y hoy, antes de la celebración de las asambleas, hubo un nuevo encuentro, esta vez con el presidente, José Antonio Meca, y los vicepresidentes Eduardo Conesa y José María Cayuela, por parte festera, y la alcaldesa, Ana Belén Castejón; la vicealcaldesa, Noelia Arroyo; el teniente de alcalde, Manuel Padín; y técnicos, por parte municipal. El objetivo era que quedase totalmente clara la propuesta antes de presentarla a los cincuenta presidentes de tropas y legiones, pues no ha faltado grupo alguno a la cita que ha tenido lugar en el centro cultural Ramón Alonso Luzzy, desarrollado con todas las medidas de seguridad sanitaria.

¿Qué es lo que tienen que decidir los grupos?
Son dos las opciones. Por un lado, continuar en la actual ubicación, donde han enraizado las fiestas, pero sin tener cerca la feria de atracciones, lo que podría suponer una reducción de un 30% de ingresos y, por tanto, bajar la calidad de los actos y otros capítulos.  

La alternativa es la denominada parcela 33 del CC1 del Plan General de Ordenación Urbana que se ubica junto a Mandarache, donde se pretende construir un recinto ferial dentro del cual se ubicarían en septiembre los festeros sobre una superficie de 73.600 metros cuadrados, bastante más del terreno actual, que será algo más de la mitad y de los que 25.000 metros cuadrados corresponden al campamento. La ventaja es que se podría estructurar mejor la distribución del campamento, mercado de época, feria y zona de aparcamiento, además de ser un lugar de mejor acceso para los vehículos y más próximos a poblaciones periféricas. Por contra, supone una mayor distancia para los desfiles con respecto a los habituales y por una zona que se sale del casco histórico. Alguno nos apuntan que la diferencia es de unos trescientos metros. El traslado sería para 2023.

El presidente, José Antonio Meca, quien, por cierto se le ha visto visiblemente molesto por unos problemas que sufre en el tendón de aquiles y por los que tendrán que pasar por el quirófano, ha expuesto que la segunda opción tiene el condicionante de que no dejarían el actual emplazamiento hasta que el nuevo terreno que los cobije esté toda su infraestructura terminada, “se tarde lo que se tarde”.

La decisión no es fácil. Como hemos recordado en otros artículos, un sondeo efectuado por este periódico reflejó que en un primer momento el 86% de los festeros son contrarios a ese cambio, considerando muchos que podría poner en peligro el futuro de las históricas fiestas. Ahora la propuesta es más detallada y, por lo que hemos percibido, existen muchas dudas. Tres de los grupos han pedido más tiempo para analizar las opciones y hacerlo con sus componentes de grupo, por lo que finalmente se ha decidido trasladar la votación al lunes 17 de mayo a las 20.30 horas en primera convocatoria en el mismo escenario, El Luzzy.

Antes ha tenido lugar la asamblea ordinaria, que, además de los asuntos habituales, como el capítulo económico, tenía como principal atractivo saber qué fiestas se van a organizar este año si la situación pandémica lo permite. Aquí hay tres opciones: celebrarlas como es habitual, volver a hacerlo de forma telemática o llevar a cabo los actos pero no montar el campamento al ser lugar de aglomeraciones. En este caso los presidentes no tenía que votar, pero sí acordar entre todos hasta que día se puede esperar para tomar la decisión definitiva y que quede tiempo para llevar a cabo los montajes de su recintos, si la situación sanitaria permite recuperar la primera opción. Se ha decidido esperar hasta el uno de julio.

Se ha hablado de posibilidades a concretar en su momento, según esas circunstancias de contagios y de inmunizaciones, como llevar los actos al auditorio ‘Paco Martín’ del Parque de Torres al ser un recinto cerrado más fácil de controlar o sustituir la gran batalla por una escenificación. Sin embargo, son sólo ideas sobre las que aún es pronto para dar forma.

Tras dos horas de reunión, las asambleas han llegado a su punto y seguido en espera de la decisiva prórroga del próximo lunes.